Orbaneja del Castillo, el pueblo del agua.
Orbaneja del Castillo es, sin duda, uno de los pueblos más bonitos de Burgos. Está declarado Conjunto Histórico Artístico y goza de uno de los espectáculos naturales más espectaculares de Castilla y León: sus cascadas.
En época de deshielo una impresionante corriente de agua llega desde la Cueva del Agua para romperse en el río Ebro. Esto, unido a su precioso casco urbano y su gastronomía, hacen de Orbaneja del Castillo una visita imprescindible. ¡Acompáñanos!
Qué ver en Orbaneja del Castillo
Orbaneja del Castillo se encuentra en el cañón dibujado por el río Ebro, al noroeste de la provincia de Burgos, dentro del Parque Natural Hoces del Alto Ebro y Rudrón. Es un entorno único donde podemos encontrar pueblos de gran belleza, aunque dicen que el tramo entre Pesquera de Ebro y Orbaneja del Castillo es el más impresionante. ¿Tú qué crees?
El pueblo
Orbaneja del Castillo está declarado Conjunto Histórico Artístico y la verdad es que el pueblo lo merece. Las casas se han construido tradicionalmente con la piedra de la zona, la toba, que se puede ver fácilmente en los alrededores de la localidad, un escenario kárstico de gran belleza. Es una piedra caliza muy porosa que pesa muy poco, ideal para la construcción.
Los mismos habitantes extraían el material con una sierra llamada tronzador que usaban entre dos personas. Cortaban la toba y la usaban para construir o decorar: es un material muy fácil de manipular.
Además de la toba se utiliza mucha madera para los balcones, las vigas, las puertas y ventanas… Lo que da al conjunto un aspecto medieval. De hecho, el origen de la localidad está en la Edad Media. Las casas cuelgan de las paredes del cañón y las calles serpentean sinuosas.
Las Cascadas
En lo alto de Orbaneja del Castillo se encuentra la Cueva del Agua, de donde nace el arroyo que alimenta las famosas cascadas. Siempre (o casi siempre) cae agua, la verdad, pero en época de deshielo es cuando la imagen se torna impresionante.
La mayor de las cascadas es una caída de unos 25 metros que se desliza por las diferentes terrazas moldeadas por el agua.
Este arroyo muere en el río Ebro unos metros más abajo, no sin antes dividir al pueblo en dos. A la parte norte se la conoce como la Puebla, a la del sur, la Villa.
Pozas de la Turquesa
Al pie de la cascada, antes de que el arroyo mezcle sus aguas en el río Ebro, verás unas pozas formadas por el propio movimiento del agua. Está prohibido bañarse, pero la vista y el paseo son espectaculares, ya que el nombre no fue escogido en vano: las aguas son de un profundo turquesa que enamora.
Las Cuevas
En Orbaneja del Castillo se pueden encontrar varias cuevas que destacan por uno u otro motivo. Ya hemos hablado de la Cueva del Agua, ahora mencionamos la Cueva del Azar, donde se han encontrado pinturas rupestres y que está declarada Bien de Interés Cultural.
Son muy conocidas también por espeleólogos, geólogos e historiadores la Cueva del Níspero, donde se han encontrado restos prehistóricos, y la del Barbancho. Cabe destacar que estas cuevas forman parte de uno de los mayores complejos kársticos de Europa.
Los Camellos
¿Quién iba a pensar que habría camellos en Burgos? Pues bien, una mención especial para una de las imágenes más fotografiadas de Orbaneja del Castillo: los camellos. Son unas rocas erosionadas por los elementos que se pueden ver casi desde cualquier punto del pueblo. Y es indiscutible el parecido que tienen con dos camellos, quizás dándose un beso interminable.
Muchos visitantes incluso creen ver el mapa de África entre los cuellos de los dos animales. ¿Puedes verlo?
Las eras y los chozos
Si te apetece recorrer los alrededores no deberías perderte algo típico de la arquitectura tradicional de la zona: los chozos. Se encuentran dispersos por una zona conocida como Las Eras a las afueras del pueblo. Son construcciones circulares de piedra donde los labriegos guardaban herramientas o parte de la cosecha, e incluso lo usaban como refugio en caso de necesidad.
No te vayas sin probar…
En Orbaneja del Castillo se pueden degustar numerosos platos de la cocina típica castellana en su variada oferta de restauración. Tienes que tener en cuenta que los platos calientes y los guisos son parte de la comida tradicional en invierno, por las bajas temperaturas. No debería faltarte un plato de legumbres y/o un plato de carne para recuperar las energías perdidas.
Y, por supuesto, no descartes el lechazo, la morcilla de Burgos o el queso fresco de Burgos, típicos de la provincia.
¡Gracias por leernos!
Foto de portada: Miriela Rodríguez