La Leyenda del topo de la Catedral de León.
Sin duda la Catedral de León es conocida por sus numerosos atractivos: sus coloridas vidrieras, su espectacular alzado, su gótico francés, su indescriptible belleza… Pero es muy posible que gran parte de los turistas que visitan la ciudad se vayan sin conocer una de las leyendas más curiosas de la catedral: la Leyenda del Topo. Quédate unos minutos y te la contamos…
Catedral de León. Foto: Nacho Traseira
Cuenta la leyenda que, durante las obras de construcción de la Catedral de Santa María de Regla, unos sucesos extraños ocurrían por la noche. Resulta que todo el trabajo que los obreros realizaban por el día, misteriosamente, amanecía completamente destrozado al día siguiente. Así numerosas jornadas, sin saber quién lo ocasionaba y por qué.
Pero un día, los leoneses se pusieron manos a la obra, decididos a encontrar la razón de los retrasos de las obras. Una noche, con el plan establecido, colocaron una trampa decididos a encontrar a quien tanto mal había traído a la construcción del templo. Esperaron, velaron la noche entera y, con las primeras luces de la mañana, juntos fueron al lugar de la trampa para descubrir quién había caído en ella. Pero, cuál fue su sorpresa cuando vieron que ninguna persona era la causante de tales daños, sino que había sido ¡un topo!
El supuesto culpable. Foto: Fondo Antiguo de la Biblioteca de la Universidad de Sevilla
Un topo gigante, enfadado y tachado enseguida de maligno. ¿Por qué? Porque se había dedicado durante noches y noches a horadar el suelo de la catedral provocando así el derrumbe continuo de lo que se iba construyendo. Cogido el topo, firmada la sentencia. El animal fue sentenciado rápidamente a muerte, fue despellejado y su pellejo fue colgado en el interior del templo, sobre la Puerta de San Juan. Se podría decir que como castigo o advertencia.
Si ocurrió o no, si el pellejo es de un topo o el caparazón de una tortuga laud o si realmente se encontró en León o lo trajeron de América es algo que dejaremos para siguientes episodios. ¡Esperamos que os haya gustado!
Foto de portada: Miguel Hermoso Cuesta
